Letters From The Departed » Capítulo 11
Amores lejanos, mensajes de aliento, pequeñas aventuras, secretos inconfesables... Pocos objetos pueden reunir tantos sentimientos y revelaciones en tan poco espacio como una carta.Desde su velada creación hasta la ansiosa espera de su llegada, es cierto que somos personas distintas antes y después de leer una carta: tal vez más alegres, tal vez más melancólicos, pero siempre conservando la esperanza de que, algún día, podamos encontrarnos frente a frente con el autor de esas palabras.Pero en este mundo existe otra clase de cartas, cartas que solo pueden leerse una vez, que se expresan en más que simples frases. Pero, sobre todo, que traen consigo la certeza de que no volveremos a ver a su autor. A veces con seriedad, a veces en afán de redención, pero siempre con profunda tristeza... así lleva a cabo Fumika su milenaria labor: entregar el último mensaje de una persona fallecida a su ser más querido.Así, en medio de cientos historias inconclusas, Fumika nos muestra las últimas palabras que los que han partido le confían...